“Empoderar al profesorado para construir sociedades
sostenibles” es el lema del Día Mundial de los Docentes de 2015.
Es un hecho reconocido que los docentes no sólo son un
medio de alcanzar los objetivos de la educación; son también la llave de la
sostenibilidad y la capacidad nacional para lograr el aprendizaje y crear
sociedades basadas en el conocimiento, los valores y la ética. Pero los
docentes siguen afrontando los problemas derivados de la falta de personal, la
escasa capacitación y la baja consideración social.
El Instituto de Estadística de la UNESCO calcula que para
alcanzar el objetivo de la educación primaria universal de aquí a 2020 los
países necesitarán contratar a un total de 12,6 millones de maestros de
primaria.
El Día Mundial de los Docentes, que se celebra el 5 de octubre,
pone de relieve el hecho de que los docentes deben ser empoderados como paso
decisivo en la consecución de la educación de calidad y las sociedades
sostenibles.
En la Declaración de Incheon aprobada en el Foro Mundial
de Educación celebrado en mayo de 2015, se reconoció la importancia del
empoderamiento. En ese foro, 1.600 participantes de 160 países se
comprometieron a velar “por que los docentes y los educadores estén
empoderados, sean debidamente contratados, reciban una buena formación, estén
cualificados profesionalmente, motivados y apoyados dentro de sistemas que
dispongan de recursos suficientes, que sean eficientes y que estén dirigidos de
manera eficaz”.
En la Cumbre de Oslo sobre Educación y Desarrollo, que
tuvo lugar en julio de 2015, se hizo hincapié en la necesidad de aumentar las
inversiones en formación de docentes. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
que deben de aprobarse en la Cumbre de las Naciones Unidas de septiembre de
2015, incluyen un objetivo específico, el número 4, en el que se propone que de
aquí a 2030 “se aumente sustancialmente la oferta de docentes calificados, en
particular mediante la cooperación internacional para la formación de docentes
en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los
pequeños Estados insulares en desarrollo”.
La UNESCO y sus asociados estimulan y promueven los actos
del Día Mundial de los Docentes. Sírvase inscribir su actividad en la página de
Internet www.worldteachersday.org y contribuya a empoderar a los docentes.
Fuente: http://www.unesco.org
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DÍA DE LA MEDICINA PERUANA
Hoy es el Día de la Medicina Peruana porque un 5 de
octubre pero de 1885 muere en Lima, Daniel Alcides Carrión, mártir de la
medicina peruana, tras inocularse el virus de la verruga con el fin de hallarle
cura.
Daniel Alcides Carrión nació el 13 de Agosto de 1857 en
Cerro de Pasco. Realizó sus estudios escolares en su natal Pasco y en Tarma,
ciudad a la que se trasladó luego de la muerte de su padre.
A los 14 años viajó a Lima e ingresó al Colegio
Guadalupe, donde consiguió calificaciones excelentes. Al lograr el título de
bachiller, se matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.
Durante sus estudios médicos, Carrión sintió inquietud
por conocer dos enfermedades características de algunos valles peruanos, una de
ellas conocida como la "Fiebre de La Oroya", caracterizada por fiebre
y anemia progresiva que, pese al tratamiento que se efectuaba en esa época,
tenía una letalidad cercana al 100%.
La otra enfermedad era la llamada "Verruga
Peruana", que tenía igual distribución geográfica, pero de evolución
benigna; con la súbita aparición de nódulos cutáneos y escasos síntomas
generales.
Guiado por su espíritu de investigación, decidió
inocularse sangre macerada de una tumoración Verrucosa en el Hospital Dos de
Mayo. El 27 de Agosto de 1885, el Doctor Evaristo Chávez procedió con la
inoculación.
A los 21 días sintió los primeros síntomas de la Fiebre
de La Oroya, que continuó con su evolución ante la preocupación de sus
profesores y amigos.
Carrión, escribió personalmente su historia clínica hasta
el 26 de Setiembre, en que agobiado por la fiebre y por la anemia, entró en
delirio quedando. A su solicitud, sus compañeros continuaron registrando lo que
le pasaba en el documento clínico que en forma heroica había iniciado.
Un agónico Daniel Alcides Carrión fue trasladado al
hospital Maisón de Santé, donde falleció 40 días después de la inoculación.
Fuente: http://www.rpp.com.pe